jueves, 28 de octubre de 2010

Colorear con hilos


Sí, tras varios días dando el coñazo, por fin me he comprado un feo Petit Point. La idea no es hacerme una experta en esta técnica de bordado, ni llenar las paredes con los cuadros que vaya haciendo (empezando porque me parecen horribles).

Todo viene porque soy incapaz de ver la tele sin tener nada en las manos (una revista, un libro, la consola, unos sudokus, unos calcetines que doblar...), algo en lo que se empeñó mi madre cuando mis hermanas y yo éramos pequeñas y lo consiguió (la verdad que se lo agradezco). Hay a gente que le cuesta entenderlo, pero es así.

Por las noches, cuando me siento un rato en el sofá relleno cuadrículas con números o intercalo párrafos escritos con conversaciones televisadas. Pero esta semana me han entrado unas ganas terribles de buscarme otro entretenimiento y me he acordado de esas telas que me recuerdan a los libros de colorear (pero ya con colores), pero que has de rellenar con la ayuda de una aguja y con hilos. Por supuesto esta fue una de las ideas de mi madre para que no prestáramos al cien por cien nuestra atención en el televisor.

Ayer, cuando llegué a casa me recorrí los bazares del pueblo en busca de estas bolsitas que vienen con la tela dibujada y coloreada, sus hilos y su aguja. ¡Nada! Tendría que esperar a esta mañana para ir a la mercería (aquí cierran casi todo los miércoles por la tarde). Así que esta mañana, que trabajaba desde casa, en un descanso he bajado a la calle y, tras recorrerme cuatro establecimientos (debe ser que ya no se estilan. He ido hasta el kiosko...), lo encontré en la tienda que era mi última oportunidad de hoy. ¡Qué alegría! Más aún cuando la chica me ha dicho que hacía tiempo que no tenían y cuando me doy la vuelta para irme veo dos colgados en un panel expositor: un conjunto de rosas muy feas y un Pato Donald. ¡Esto es lo que quiero!, le digo a la chica (que seguramente se haya sorprendido por mi alegría). He debido poner una cara rara ante los dibujos que se me presentaba, porque como lamentándose, la mercera me ha dicho que era lo único que tenía. Tampoco es que me imaginara algo más bonito que lo que tenía ante mis ojos, pero debe ser que me he sorprendido. Al final he elegido el Pato.

Feo o más feo, aquí tengo mi paquete de Petit Point, listo para estrenarlo esta noche.

¡Bien, hoy colorearé con hilos!

Foto: Tadega

viernes, 22 de octubre de 2010

Agua


Suena el despertador, son las siete menos cinco, como todas las mañanas lo retrasas hasta las siete. Cuando suena de nuevo, y definitivamente, para avisar que el día comienza, te preguntas cómo es posible que en cinco minutos pueda llegar a tenerse un sueño tan profundo.

Primer movimiento, al baño. Parece que la cadena suena rara. Ahora a lavarse. El hilo de agua que sale del grifo a penas te moja las manos para asearte. ¡Joder, yo así no soy persona!, piensas cabreado mientras vuelves a la habitación para vestirte.

Tras apurar la taza de café la dejas en el fregadero, abres el grifo para llenarla de agua para que luego se friegue mejor. Lo haces sin mirar, hasta que un desagradable ruido de cañerías fija tus ojos en el grifo, como si éste fuera a decirte algo, aunque ya te lo dices tú, ¡no hay agua! Tampoco te podrás lavar los dientes, ni las manos, ni volver a tirar de la cadena., ni llenar la botella que te gusta llevar en el bolso.

Así que te vas a trabajar con las legañas pegadas a los ojos, las manos sucias, sin poder tirar de la cadena, dejando resecar los posos de café en el fregadero y sin botellita de agua. Te vas enfadado.

Más tarde te preguntas, ¿es esto escasez de agua?

Foto: Aqua


**Blog Action Day, una semana después...

miércoles, 13 de octubre de 2010

De nuevo, sequía


Llevo mes y medio sin actualizar el blog, me avergüenzo y me da rabia. Todos los días pienso, ¡hoy, escribo! Y nada.

Se me ocurren mil temas, los argumento en mi cabeza mientras subo las escaleras del metro, mientras bajo la cuesta que llega a la oficina, mientras me acurruco en el asiento del autobús o mientras me preparo la comida del día siguiente, pero al final, ¡mes y medio sin teclear una nueva entrada!

Que si las primarias de Madrid, que si mis vacaciones, que si el encuentro de primos de la semana pasada, que si qué gran mundo el de los blogs de moda (quien me conoce sabe que no es porque este tema me interese personalmente), que si el aniversario de un gran periódico digital, que si el rescate de los 33 mineros chilenos atrapados en las entrañas de Los Andes (hecho que me tiene alucinada, ¡porque la realidad sí supera a la ficción! En el momento en el que escribo ya están en la superficie 19), que si la huelga general, que si una nueva imputación a Camps en la Trama Gurtel, que si la vuelta a la rutina, que si qué rabia no saber más inglés... ¡En fin! Un sinfín de temas que nunca llego a plasmar.

Es cierto que este 2010 no ha sido tan florido en posts como lo fue el 2009. ¿Crecerán las entradas lo que queda de año? De momento, como ya hice el 23 de diciembre del año pasado, pongo la foto de sequía.

Blanca, esto no
cuenta como compartir mi ignoracia

Foto: INTELVID